El internet, de Paula Bentancor
Sonó el despertador a las 7:00 am y Cris lo apagó enseguida. Ya estaba despierto. Le dio un mordisco al refuerzo que le había preparado su madre y luego lo arrojó a la papelera, repleta de comida y papeles. Fue al baño, se lavó la cara y se sentó a la computadora. Revisó su Hotmail, su Facebook, su Twitter y sus juegos virtuales. En todo eso demoró 40 minutos.
Se acordó de que tenía que hacer un trabajo de Idioma Español, pero entonces le sonó su Facebook; lo revisó y respondió. Recordó que no había dado de comer a su jugador de Minecraft. Luego de jugar por veinte minutos, puso las cuadernolas en la mochila, vio el reloj. Eran la 8:25 am, ya estaba llegando 25 minutos tarde.
Puso a cargar su celular, ya que si no llega a tiempo tiene que esperar a la segunda hora, que comienza a las 8:40 am.
Llegó a clase a las 8:40, se sentó en su lugar (atrás del todo, en una esquina, ya que allí se puede conectar un cargador).
La profesora de matemáticas siguió con su clase. Cris copió todo lo que ella escribió en el pizarrón. La profesora pasaba por las mesas y ayudaba a los que lo necesitaban, pero Cris prefirió ir viendo su celular a escondidas. Cuando actualizaba su estado en Twitter, la profesora lo vio, le puso un uno y lo sacó afuera.
Cuando escribía el uno en la libreta desenchufó el cargador, se guardó el celular en un bolsillo y salió. Sentado a la intemperie siguió con su teléfono, revisando una y otra vez sus cuentas electrónicas y jugando al Minecraft. No le importó el uno ni que lo sacaran de clase, pensaba que era mejor, ya que podría jugar todo lo que quisiera sin esconderse ni tener que copiar o trabajar.
Sonó el timbre que anunciaba el primer recreo. Cris no le dio importancia, siguió con el celular escondido para poder usarlo. Cuando llegó la profesora de idioma español, se sentó, abrió la libreta y pidió los deberes. Cris se había olvidado de ellos. Escuchó su nombre, y después de decir que no había hecho los deberes y de que le pusiera el uno correspondiente, siguió con el celular jugando, respondiendo mensajes, actualizando estados, etc. Luego, la profesora explicó algo y Cris, mientras copiaba, revisaba el celular.
Escuchó el timbre que anunciaba el recreo, agarró el celular y siguió jugando, actualizando, posteando, etc. Hizo lo mismo que hacía en todos los recreos. Sonó el timbre para entrar. Llegó la profesora de Biología, una señora muy mayor que entonces no veía muy bien y no notaba si alguien estaba con el celular.
En la cuadernola de Biología Cris no tenía nada escrito, ya que se dedicaba a estar con el celular. A la mitad de la hora llegó la adscripta, tenía algo bajo el brazo. Cris escondió el celular y la miró. Ella empezó a repartir los boletines. Llegó el turno del suyo pero no se lo pudo dar, ya que tenía todas las materias bajas: eso significaba que tenían que llamar a su mamá para hablar con ella y darle el boletín.
Estuvo nervioso todo el día, pero no dejó de hacer lo mismo que hacía todos los recreos: entrar en internet y jugar juegos virtuales. Entonces empezó a hablar sobre el tema con sus amigos. Ellos le empezaron a decir que no era la culpa del celular, era de otra cosa, porque eso le hacía bien ya que tenía muchos amigos. Se fue a la parada, siguió hablando y jugando con ellos a Empire, donde se aliaron todos y formaron un imperio invencible. Eran las 3:00 pm y se comió una manzana mientras seguía jugando.
Eran las 9:00 pm. Llego su mamá y le preguntó si había comido bien en el liceo. Como él asintió, le peguntó si querría un refuerzo, y él le dijo que sí.
En realidad tenía hambre, porque solo había comido una manzana y el mordisco del refuerzo del día anterior. Luego de comer el refuerzo hizo una videollamada por Skype con uno de sus amigos virtuales. Cuando lo vio por primera vez tenía 30 años, ojeras, la piel demacrada, usaba ropa sucia que le dio asco, pero habló con él normalmente preguntándole estrategias, etc. Pensó que solo había tenido un mal día y nada más. Siguió como todas las noches jugando y chateando, tomando una bebida energética como Redbull, alrededor de las 2:00am hasta las 5:00 am.
Pasó todo el día normalmente hasta que antes de salir del liceo, a las 4:00 pm, llegó su mamá a hablar con la adscripta y los directores.
Luego de la conversación fueron al psiquiatra, que tuvo una charla solamente con él, y luego junto con su mamá fueron a hablar con la adscripta y los directores.
Luego de la charla fueron a la psiquiatra, que tuvo una charla privada con él y luego junto con su mamá, y lo mando al doctor.
Le hicieron chequeos y el resultado no fue muy bueno. Cuando le dieron la noticia a su madre, a ella se le llenaron los ojos de lágrimas.
Luego de esperar durante unos minutos, la doctora lo llamó a su consultorio. Se sentaron, hubo un pequeño silencio que se le hizo eterno a Cris. Después la doctora, con un tono serio, amable y un poco triste, explicó que lo que está haciendo Cris es lo mismo que si tuviera una adicción tóxica, y que si seguía así iba a provocar cosas de las que se arrepentiría en el futuro.
Desde ese momento, Cris hizo todo lo que le aconsejó la doctora, y ahora tiene una vida común y feliz, además de que mejoró sus calificaciones.