El superestudioso, de Alexi Falero
David se levanta temprano. Tiene cinco libros alrededor de su cuerpo y dos en su mesa de luz. Es fin de semana y acostumbra a despertarse tempranito, ya que siempre quiere aprender cosas nuevas de todos los temas que pueda; como por ejemplo, de Biología, Geografía, Historia, Matemática, etc.
Además de aprender, principalmente le gusta leer. Tiene grandes cantidades de libros en su biblioteca, como enciclopedias o diccionarios ilustrados con imágenes a todo color. La materia que más le gusta es Geografía, sabe la mayoría de los países y extensiones de los mismos.
El martes fue al liceo como todos los días. La primera materia del día era Historia y para ese día estudió toda la Revolución Francesa. Llegó el momento de hacer el escrito. Él, como siempre, tranquilo y con una buena actitud.
Al terminar, la profesora Martina se quedó admirada, ya que David había escrito cuatro hojas con toda certeza.
Luego, al pasar dos materias más (Inglés y Biología), se encuentra con su mejor amigo, Juan, en Idioma Español, y éste le pregunta:
-¿Querés ir a mi casa después del liceo?
Y David le responde:
-¡No, estás loco, debo estudiar para los escritos!
-No sé por qué te preocupas tanto por el liceo. Bueno, no me importa.
Al llegar a su casa, David recuerda lo que le preguntó Juan y pensó para sí mismo… "¿Será que se volvió adicto a los videojuegos?, antes no lo era".
Él tenía el presentimiento de que sí lo era.
Llegó el día miércoles y a primera hora tenían Historia, se entregaban los escritos hechos en la clase anterior. David estaba muy ansioso, porque había estudiado un montón. Pero había un problema: Juan no llegaba.
Al terminar la clase, la profesora Martina entregó los escritos y, como era de esperar, David sacó la nota máxima, y pensó que Juan había faltado por culpa de los videojuegos.
Al día siguiente, la directora ingresó al salón de 2°A para, acto seguido, comunicar que el alumno Juan había muerto por causa de un derrame cerebral provocado por la excesiva cantidad de horas que pasaba jugando a los videojuegos.
En esto, la profesora y todos los presentes empezaron a llorar, apenados. Ese mismo día, fueron todos a llevar flores a la tumba de Juan, y luego comunicaron que el próximo día no habría clases en honor al compañero.
Por todo lo ocurrido, David estaba muy triste y prometió que los escritos de dos cifras que se sacara se los dedicaría a Juan, su amigo fallecido, y lo haría mirando al cielo y con las manos levantadas.
En una semana llegaban los parciales, David tenía que estudiar mucho. El primer parcial era de Informática. David sabía dominar con excelencia la computadora, así que no tendría muchos problemas; era así como lo presentía, esa energía positiva le beneficiaba mucho.
Cuando la profesora le entregó el parcial, no lo podía creer: se había sacado 10, en eso hizo lo prometido y se lo dedicó a Juan.
Al terminar los parciales de fin de año, los padres de David, Robert y Elizabeth, estaban muy felices, ya que su hijo pudo pasar de grado con una fabulosa calificación, y además de lo mencionado, también pudo aprender muchas cosas nuevas, que era lo más importante y lo que a él le encantaba.
Al fin llegaron las vacaciones, y los padres de David querían ir a Hamburgo, donde vivían los abuelos del mismo y era su ciudad de origen; ya tenían todo pago para viajar a Alemania, pero había un problema: David quería estudiar en su país, México, y no quería viajar.
Los caprichos del adolescente eran insoportables, hasta que los padres le contaron la gran noticia: iba a tener un hermano. En eso, el hermano mayor de David saltó de alegría y los abrazó muy fuerte, ya que él les había pedido un hermanito. La madre estaba embarazada de siete meses y con esta noticia viajaron a Alemania para visitar a sus abuelos.
Poco después, los padres le contaron a David que debido a una gran crisis de inflación en México, se mudarían a Hamburgo para tener una vida mejor, y que en un futuro el adolescente estudiaría en una gran universidad. El hermano mayor, al igual que su familia, debía dejar todo en México, lo cual al principio lo hizo ponerse triste, pero con el tiempo se tranquilizó y fue muy feliz.
Ya pasaron dos meses y Thomas, que así se llamó su nuevo hermano, nació en Hamburgo. Toda la familia estaba my feliz y contenta con este nuevo integrante en la familia. El pequeño era hermoso: rubio, ojos azules, muy blanco, etc.
Los Ditz Kriger habían comprado un chalet a dos cuadras de los abuelos de David y Thomas; el mayor iba los martes y los viernes a la casona de sus “viejitos” (que así les llamaba cariñosamente), y los domingos los pasaban en familia.
Finalmente, todo terminó perfecto para los Ditz Kriger; vivieron en Alemania, estaban todos en familia, y nació un nuevo hermano.
Gracias a esto David hizo una excelente carrera profesional como ingeniero químico.
Moraleja: Hay adicciones que matan y otras que hacen feliz.