Peleando por un novio, de Jazmín Lombardo
Amanecimos las tres en su cama, despeinadas y sin maquillaje.
Lala dijo ¡no, no me puede ver así!
¡Qué horror, me tengo que arreglar!, exclamó Mica.
Y Soff gritó: ¡Voy a peinarme, vestirme y maquillarme ya!
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Ahahhá, déjame verme, dijo Mica.
Y Soff contestó déjenme.
Lala, salga, quiero verme.
En ropa interior se acostaron otra vez.
Braian se despertó y nos dio un beso a cada una.
Toc, toc, soy yo, vengo a preguntarte qué quieres desayunar, dijo la asistente.
Braian, es la mucama, dijo Mica.
Sí, linda, así es, dijo Braian. ¡Pasa!
La mucama preguntó ¿qué quieren desayunar?
Yo quiero una ensalada de frutas y un jugo de naranja, pidió Soff.
Yo quiero un jugo de manzana y una banana, dijo Mica.
Yo quiero un jugo de naranja lima y cereales de miel, dijo Lala.
Yo quiero masitas de chocolate, café y tres bombones para estas niñas, terminó Braian.
Comimos el desayuno, nos pusimos unos vestidos ajustados y cortos, y tacos muy altos.
Cuando nos vio, Braian exclamó: ¡Oh, qué hermosuras veo bajando por mi escalera!
Yo, lindo, dijo Lala.
Yo, dijo Soff lanzando un beso.
Muá, dijo moviendo su pelo y saludando Mica.
Con nuestras carteritas dijimos con una voz refinada adiós, te amamos.
Lástima que venga mi madre a visitarnos. Si no, se podrían quedar, las amo, dijo Braian.
Nosotras más, respondió Mica.
Perdón, yo, dijo Braian.
Bueno, adiós, se despidió Soff.
Te amamos, dijo Lala.
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Nos pusimos los sombreros, nos subimos al porsche y nos fuimos.
Una hora después llegó un minicooper y bajaron tres hippies.
Toc, toc
¿Quién es?, casi rapeando.
La próxima cita de Braian, contestó Maya.
La mucama dijo ya lo llamo.
Braian apareció: Yo hippies no acepto. Si se hubieran arreglado más, se habrían quedado.
Braian cerró la puerta y llamó a las otras chicas.
Moraleja:
Debes preocuparte por tu aspecto.
