Querido diario tonto…, de M. Luz Escobar y Julieta Perdomo
Tengo una amiga que se llama Nazareth. Ella es, como decir, es linda, tiene el pelo rubio, ojos verdes. Es rebuena, pero cuando se enoja no hay quien la pare. Bueno, en fin, hace una semana me peleé con ella. Mirá, todo fue así:
―¿Pero no entendés que él era mi mejor amigo? ―me dijo.
―¿Y yo que querés que le haga? ―le dije como con ganas de matar a alguien―. No tengo la culpa de que Arturito haya muerto, yo también quería mucho al perrito.
―¿Sabés qué?, no sos más mi amiga ―me dijo así como que lo decía en serio.
―¿Por? ―se lo dije con tono malo, pero con ganas de llorar.
―Por lo que dijiste. O sea, no fue muy convincente ―dijo mientras me echaba de su casa.
―Ok, no me hables nunca más en tu vida, te odio.
Fue como que no me importaba nada, pero en el fondo me sentía destrozada, porque acababa de perder a mi mejor amiga de siempre. Pero bue, si alguien se enoja por sentirte triste pero lo disimula ante vos, es porque no es una buena amiga, sobre todo si era la mejor.
PD: Valora lo que tienes, porque lo que das vuelve como lo que diste.