Mi vicio, mi perdición, de Diego García
Como cada día, al amanecer desperté y abrí los ojos. Apenas podía abrirlos, tenía mucho sueño porque había estado toda la noche jugando a la FIFA online con mis amigos Pablo y Luciano.
Me paré y me vestí lentamente, por el cansancio. En eso vi en mi celular que se estaba haciendo tarde para el liceo. Fui hasta la heladera, agarré el jamón y la mayonesa y me dirigí al comedor donde estaba el pan para hacerme un emparedado.
Mientras desayuno veo el correo en mi celular, y también juego a Geometri Dash mientras como.
De repente escuché un grito: era mi madre gritándome “Andate que se te hace tarde, andate al liceo”. Mientras caminaba para la parada me acordé de que tenía escrito de Biología, que es la materia que más me cuesta, después de Idioma Español.
No había estudiado porque en la tarde anterior me había puesto a jugar a Maincraft, y justo me había encontrado con Willyrex y Vegetta777, y nos habíamos puesto a jugar en Olimpocraft a una nueva modalidad llamada “puentes”.
Esta nueva modalidad consistía en 10 minutos durante los que te tenías que equipar lo mejor posible. Yo elegí la clase tanque, que te da un chaleco de diamante pero te hace ser lento por unos minutos. Fui a hacerme un pico de madera después que consiguiera un pico para picar diamante (iron). Fui encontrando de a poco el iron. Encontré 18, y en un momento empecé a picar bien profundo, y encontré un diamante y rápidamente encontré otro.
Anteriormente, en el minuto 1 había puesto a cocinar los bloques de iron; luego subí y me hice la espada de diamante, el casco, las botas y los pantalones fueron de iron. Estaba muy bien equipado, pero me tiraron al vacío con un arco con empuje.
Cuando llegué a la parada casi pierdo el ómnibus, pero lo alcancé, me subí y pagué el boleto. Cuando encontré un lugar, me senté, prendí el celular, me coloqué los auriculares y entré a la aplicación de música.
Encendí la música a todo volumen, para poder despertarme. Pero como todas las mañanas yo siempre encontraba lugar cerca de una señora mayor de esas que se ponen a hablar de la vida con otra señora que encuentra cerca de ellas. Aunque estuviera con la música se escuchaba lo que estaban hablando. No me importó y me puse a jugar a un juego TCG (trading card game).
Me quería pasar todas las pantallas y ganar a los titanes legendarios de lava, titanio, tierra, hielo y viento. Ya faltaba solo una parada para bajarme e ir al liceo. Me paré, toqué el botón y el ómnibus estacionó. Me bajé.
Estaba preocupado porque tenía el escrito y no había estudiado nada porque había estado jugando Maincraft con Veggetta777 y Willyrex, pero también porque me aburría ir al liceo. Y mucho más pensando que iba a tener 6 materias por día y estar encerrado 8 horas para poder salir e ir una hora y media a Inglés particular, para recién llegar a casa y prender la computadora o el Play 4 para jugar al GTA con mis amigos.
Cuando llegué al liceo y entré a la clase, saludé a mis compañeros: casi todos estaban repasando los resúmenes que habían hecho en sus casas sobre la célula. Pero tres 3 de ellos no, ellos nunca estudian, por lo mismo que yo, por los videojuegos online.
Éramos 4 de 23 que no estudiábamos para los escritos ni los parciales, apenas hacíamos los trabajos de clase.
Cuando llegó la profesora me preguntó si había estudiado, y yo con toda mi sinceridad le respondí que no. Ella me preguntó por qué no y yo con una de mis excusas habituales le dije que pensé que hoy era el escrito de Geografía y no de Biología. Mi profesora, tan buena que es, me dijo que lo podía hacer en la próxima clase. Esta vez me había salvado, pero la próxima no me iba a salvar. Luego de terminar el horario del liceo vi a mi madre en el auto, lista para llevarme al Inglés particular.
El inglés me gusta, pero tenía unas compañeras que me hacían bullying psicológico. Yo no les prestaba atención pero igual me importaba el inglés, era distinto al liceo. Hago los deberes y me porto bien.
Cuando llegué a casa merendé unas tostadas con manteca y un jugo Ades. Mi mamá me gritó que hiciera los deberes y le dije “Dame un rato para jugar y distraerme”. Pasó una hora y mamá seguía gritándome “Hacé los deberes” y yo le dije "Un ratito más".
Pasaron una, dos, tres horas más. Ya eran las 10:50 pm. En esas tres horas miré el correo, chateé con amigos, jugué al Call of duty, NBA, miré televisión y practiqué fútbol. Se me había pasado la hora, no me había dado cuenta de lo tarde que era.
Cuando me propuse hacer los deberes me llamaron para cenar y me preguntaron si me había bañado. Dije “No, papá”. Él me dijo que hasta que no me bañara no cenaba.
Me fui y me bañé para comer mi comida favorita, milanesas con puré y verduras. Cuándo salí fui con mucha hambre y devoré todo como un tornado. Luego, con el cansancio me dormí sin hacer los deberes, como todos los días de mi vida.
Al otro día, cuando terminé de desayunar y subí al colectivo, a mi izquierda vi a un chico qué estaba jugando el mismo juego que yo, pero mucho más avanzado. En ese momento me miró y se empezó a reír, porque él iba mejor. Le dije “Qué miras”, y él me respondió “Lo noob que sos”.
En ese momento me propuse mejorar en el juego y viciarme más de lo que me viciaba normalmente, y hacerme más adicto.
Sin embargo, cuando desperté en la mañana era tarde y vi que me había llegado un video de una fuente anónima que mostraba la vida de los que se la pasan juegando videojuegos.
Era muy triste, porque los chicos no salían de sus casas. Eran antisociales y luego terminaban trabajando en una pinturería. Desde ese día me dediqué a estudiar mucho más y sacarme mejores notas y estoy como mucho 40 minutos al día en la computadora.
Moraleja: Pon siempre primero el estudio antes que los videojuegos, porque el día de mañana el estudio va a influir mucho más en tu vida, pero que estés 1º en el ranking de un juego, no.